martes, 17 de enero de 2012

Ultrasonido para adelgazar

Matilda atravesaba una fuerte depresión, pues desde hacía meses la gente le preguntaba, “¿para cuándo la wawa?”. Para rematar, sus hermanos la molestaban con el mote de “la ballena”. “Ella estaba desesperada cuando llegó al consultorio. No encontraba la forma de bajar de peso y su autoestima se desplomó”, recuerda el cirujano estético Gabriel Portillo. Él ayudó a Matilda a mejorar su apariencia con una técnica novedosa.

El especialista practica un tratamiento que consiste en la aplicación de ultrasonido en las células grasas del cuerpo, haciendo que revienten, el cuerpo las asimile y se pierda volumen. Después de una serie de sesiones, Matilda dijo sentirse otra mujer, sin complejos y libre para mostrar su cuerpo. Perdió cinco kilos.

Una de las grandes ventajas de este sistema es que no es invasivo, lo que permite a la intervenida volver a sus actividades de forma rápida. Lo único que entra al cuerpo es una pequeña inyección, indolora, y ondas ultrasónicas, en una frecuencia inaudible por el oído humano, que genera energía mecánica que deshace las células adiposas, las que acumulan la grasa.

La jeringa lleva un suero que hace que estas células se hinchen para facilitar el trabajo del equipo. “Las ondas generan burbujas en las partículas, reventándolas y ‘licuando’ la grasa”, explica Portillo.

Cada sesión toma de 30 a 45 minutos. Al cabo, la paciente puede regresar a su trabajo sin problemas. El costo del tratamiento, que toma de seis a 12 intervenciones, es de 400 dólares.

El ultrasonido puede aplicarse para moldear determinadas zonas del cuerpo, como el vientre, mentón y cuello (papada), pómulos, rodillas, pantorrillas y tobillos. Es ideal para quienes tienen exceso de grasa sin ser necesariamente gordos.

La cirujana Alejandra Peláez, por su lado, recomienda esta técnica para quien se hace la liposucción por segunda vez y para tratar a los varones. En estos últimos puede resultar ideal para esculpir el torso de alguien que tiene problemas con zonas difíciles, como el vientre y los costados de la cintura.

En cambio, quienes tienen un abdomen más voluminoso o necesitan bajar más de tres kilos de grasa, requieren de una liposucción asistida por ultrasonido, la cual implica una pequeña operación.

Mediante un corte de cuatro milímetros se insertan en el cuerpo cánulas (tubos de extracción) pequeñas que aspirarán el material reducido por el ultrasonido aplicado simultáneamente.

La paciente tiene que reposar por dos días antes de retornar a sus actividades y debe acudir a controles para evitar infección o contratiempo. Una intervención de este tipo tiene un costo de 1.500 dólares.

Los especialistas recalcan que nadie debe esperar adelgazar milagrosamente ni sustituir los resultados de una dieta equilibrada y ejercicio. Tampoco sirve para superar los excesos, ni para transformar a una chica de constitución gruesa en una muy delgada.

Como todo procedimiento médico tiene contraindicaciones y hay un límite al que puede aspirar el paciente.

Portillo es el primero en pinchar las ilusiones. El médico advierte que este tratamiento está limitado por la constitución natural de la persona. “No todas las mujeres pueden convertirse en Barbie. Están las que, si pierden gran cantidad de grasa, no se van a ver bien”.

Cuidados

Para prolongar el resultado de la operación, la paciente debe ‘aprender’ a comer sano, seguir un régimen equilibrado y a hacer ejercicio. De otro modo, centímetros y kilos de más regresarán.

Información: Gabriel Portillo (Edif. Dos Torres, Av. 6 de Agosto N° 2577, teléfono: 2430992), Alejandra Peláez (72085744), cirujanos plásticos. Con datos de: www.susmedicos.com, www.hola.com y www.cirujanaplastica.com.

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